Si estás leyendo esto, es probable que te hayas sentido como yo en algún momento. Hubo un tiempo en mi vida donde me sentía completamente perdido. La depresión me tenía atrapado en una rutina que no me hacía bien, me faltaba motivación, mi cuerpo no respondía y mentalmente estaba agotado. Lo más frustrante era sentir que no sabía por dónde empezar a cambiar.

Sé lo que es mirar al espejo y no estar conforme, sentir que, por más que lo intentás, no encontrás la forma de avanzar. Yo también pasé por eso. Pero hubo un momento en el que decidí que ya no podía seguir así. Ahí fue cuando el fitness apareció en mi vida, y lo cambió todo. No solo empecé a ver cambios en mi cuerpo, sino que, sobre todo, recuperé mi fuerza mental.

Cada entrenamiento fue un paso más para salir adelante. No fue fácil, pero aprendí a dejar atrás lo que no me hacía bien y a encontrar mi propio equilibrio. Me di cuenta de que el cambio físico es solo una parte de la transformación. Lo que verdaderamente importa es la fortaleza mental que desarrollás en el camino.

Hoy, después de años de esfuerzo, llevo más de 10 años ayudando a personas de todo el mundo a transformar su vida, a encontrar esa fuerza interna que les permita cambiar su cuerpo y su mente.